La historia del Pascual Guerrero: La sucursal del futbol, en la sucursal del cielo.
- Equipo Vimuvi
- 27 feb
- 11 Min. de lectura

El Corazón Deportivo de Cali: Más que un Estadio, un Sentimiento
Si hay algo que un caleño de verdad sabe, es que el Pascual Guerrero no es solo un estadio. Es una olla a presión donde se cocinan las más grandes gestas del fútbol vallecaucano, es la cuna de los ídolos, el templo donde se han derramado lágrimas de gloria y de tragedia. Este coloso, enclavado en el barrio San Fernando, ha sido testigo de generaciones enteras que han hecho de sus gradas su segunda casa.
Pero el Pascual es más que fútbol. Es el lugar donde han rugido multitudes en conciertos inolvidables, donde atletas han roto récords y donde Cali ha demostrado ser una ciudad que respira deporte y cultura. Desde su inauguración en 1937, este estadio ha evolucionado junto a la ciudad, convirtiéndose en un símbolo de la pasión caleña.
Piénsalo: ¿cuántos caleños han pisado sus gradas por primera vez de la mano de su papá, con la camiseta de su equipo bien puesta, listos para aprender que el fútbol es mucho más que un juego? ¿Cuántos han gritado un gol con el alma, abrazando a un desconocido que, por esos 90 minutos, se convierte en su hermano de guerra?
El Pascual Guerrero es un pedazo de la historia de Cali, un monumento a la pasión, y en este artículo vamos a recorrer su historia, desde sus humildes inicios hasta convertirse en la catedral del fútbol vallecaucano. Así que ajusta bien esa bufanda, porque vamos a viajar en el tiempo para conocer la leyenda del estadio más querido de la Sucursal del Cielo.
Los Primeros Pasos: Un Sueño Hecho Realidad
Todo gran templo tiene su profeta, y el del Pascual Guerrero fue un poeta y político con visión de futuro. Su nombre, como ya te imaginarás, era Pascual Guerrero, un caleño con más amor por su ciudad que un hincha del América en la final de la Libertadores. Después de un viaje a Cuba, donde vio el impacto de los estadios en la vida deportiva y cultural, este hombre regresó con una idea fija en la cabeza: Cali necesitaba su propio coloso deportivo.
El problema era que no había dónde construirlo. Pero como los grandes sueños requieren grandes sacrificios, Pascual Guerrero donó un terreno de su propia finca, ubicada en el barrio San Fernando, para hacer realidad su visión. Sí, así como lo lees: puso de su bolsillo y su tierra para que la ciudad tuviera un estadio a la altura de su grandeza.
En aquellos tiempos, Cali estaba creciendo, pero no era ni la sombra de la metrópoli que es hoy. No existían grandes escenarios deportivos, y el fútbol, aunque ya empezaba a prender la chispa de la pasión en la gente, no tenía un lugar digno para desarrollarse. Pascual Guerrero vio más allá de su época y entendió que un estadio no solo serviría para jugar partidos, sino que se convertiría en el epicentro del deporte y la cultura en la región.
Así comenzó la construcción de lo que con el tiempo se convertiría en el templo del fútbol vallecaucano. Un lugar donde se escribirían páginas gloriosas, donde se lloraría de alegría y tristeza, y donde generaciones enteras vibrarían con cada gol y cada evento que se llevara a cabo en su césped sagrado.
El sueño estaba en marcha. Y lo mejor estaba por venir.
Inauguración y Primeros Eventos: El Nacimiento de un Ícono
El 20 de julio de 1937, mientras Colombia celebraba un nuevo aniversario de su independencia, en Cali se vivía otro momento histórico: la inauguración del Estadio Olímpico Pascual Guerrero. La ciudad estaba de fiesta y no era para menos. Por primera vez, los caleños tenían un escenario digno para el deporte, un coloso que prometía convertirse en el epicentro del fútbol y el atletismo en la región.
Ese día, las gradas del estadio se llenaron con una multitud emocionada, ansiosa por ver de qué era capaz esta nueva joya arquitectónica. El presidente de Colombia en ese momento, Alfonso López Pumarejo, estuvo presente en la ceremonia de apertura, dándole aún más importancia al evento. Pero lo más esperado era el espectáculo deportivo, y para estrenarlo, se organizó un torneo cuadrangular internacional con selecciones de Argentina, Cuba, México y Colombia.
Desde el primer pitazo, el Pascual Guerrero se convirtió en una caldera. La afición caleña, con esa pasión que la caracteriza, vibró con cada jugada, cada gol y cada emoción del partido. Aquel día marcó el inicio de una historia que se seguiría escribiendo con sudor, esfuerzo y mucha garra.
En esos primeros años, el estadio no solo sirvió para el fútbol. También albergó competencias de atletismo y otras disciplinas deportivas, cumpliendo con la visión de Pascual Guerrero de hacer de este espacio un verdadero centro deportivo y cultural. Poco a poco, el coloso de San Fernando comenzó a consolidarse como el alma deportiva de Cali.
Lo que nadie imaginaba en ese momento era que este estadio, que nació como un sueño, con el tiempo se convertiría en un testigo de hazañas, finales épicas, lágrimas de alegría y de tristeza, y en un símbolo de identidad para toda una ciudad.
El Pascual Guerrero había nacido, y su historia apenas comenzaba.

Transformaciones a lo Largo del Tiempo: De Modesto Estadio a Coloso del Valle
Cuando el Pascual Guerrero abrió sus puertas en 1937, era un estadio modesto, con una capacidad reducida y sin la infraestructura que hoy conocemos. Pero, al igual que un buen equipo de fútbol, el coloso caleño fue evolucionando con el tiempo, adaptándose a las exigencias del deporte y a los grandes eventos que lo convertirían en un referente del fútbol colombiano e internacional.
1954: La Primera Gran Expansión
La primera gran transformación del Pascual ocurrió en 1954, cuando Cali fue elegida como sede de los VII Juegos Deportivos Nacionales. La ciudad necesitaba un estadio con mayor capacidad y mejores instalaciones, así que se amplió la estructura, se construyeron piscinas olímpicas, una pista de atletismo y nuevas graderías. Con estos cambios, el Pascual comenzó a consolidarse como el epicentro del deporte en el Valle del Cauca.
1971: Un Estadio a Nivel Panamericano
Si hubo un evento que marcó un antes y un después en la historia del Pascual Guerrero, fueron los Juegos Panamericanos de 1971. Cali fue la primera ciudad colombiana en albergar esta competencia, y el estadio necesitaba una transformación a la altura del evento.

Para la ocasión, se aumentó la capacidad a aproximadamente 45,000 espectadores y se modernizó la pista de atletismo, permitiendo que la ciudad tuviera un escenario de primer nivel. Este evento también consolidó a Cali como una potencia deportiva en el continente y dejó al Pascual con una estructura mucho más imponente.
2001: Remodelaciones para la Copa América
El fútbol ya era el rey indiscutible del Pascual, y cuando Colombia fue elegida como sede de la Copa América 2001, el estadio debía estar a la altura. Se realizaron mejoras en la infraestructura, se optimizó la cancha y se adecuaron los camerinos para recibir selecciones internacionales. Ese año, el Pascual fue una de las sedes del torneo en el que Colombia se coronó campeón de América por primera vez en su historia.
2011: Modernización y Nuevo Rostro
En 2011, con la llegada del Mundial Sub-20 de la FIFA, el Pascual recibió una nueva intervención que le dio un aire más moderno. Se instalaron nuevas luminarias, se cambiaron las graderías, se construyeron nuevas zonas VIP y se mejoraron los accesos para cumplir con los estándares de FIFA.
Esta remodelación le dio una cara renovada al estadio y lo consolidó como uno de los escenarios deportivos más importantes del país.
El Pascual Hoy: Más que un Estadio, un Patrimonio de Cali
Actualmente, el Pascual Guerrero es mucho más que un estadio. Es el hogar del América de Cali, del Atlético FC y de miles de hinchas que viven el fútbol con pasión. Pero también es un lugar donde han brillado artistas internacionales en conciertos memorables y donde se han realizado eventos culturales de gran importancia para la ciudad.
De aquel pequeño estadio que nació en 1937, hoy solo queda la historia. Lo que tenemos ahora es un gigante que ha evolucionado con Cali, que ha sido testigo de grandes hazañas y que sigue latiendo con la pasión de su gente.
El Pascual Guerrero no es solo cemento y gradas, es el alma deportiva de la Sucursal del Cielo.
Escenario de Grandes Eventos: Donde la Historia se Escribe con Pasión
Si las paredes del Pascual Guerrero pudieran hablar, tendríamos un libro entero de historias épicas, finales de infarto, goles inolvidables y momentos que quedaron tatuados en la memoria de los hinchas. Este estadio no solo ha sido testigo de los duelos más intensos del Fútbol Profesional Colombiano, sino también de torneos internacionales y eventos que han puesto a Cali en el mapa del deporte mundial.
Las Noches de Gloria en la Copa Libertadores
Cuando se habla de fútbol en el Pascual, es imposible no mencionar las finales de la Copa Libertadores en los años 1985, 1986 y 1996. El América de Cali, el club que ha hecho del Pascual su fortaleza, llegó a disputar el título continental en varias ocasiones, llenando el estadio de miles de almas rojas que soñaban con la gloria. Aunque el título nunca llegó, esas noches dejaron huella en la historia del fútbol colombiano.
En 1996, el Pascual vivió una de las finales más emocionantes, cuando el América se enfrentó a River Plate. El estadio era un hervidero de emociones, con la hinchada apoyando sin descanso, pero al final, el título se escapó de las manos. Sin embargo, esas noches dejaron claro que el Pascual Guerrero es un escenario digno del fútbol de élite.
La Copa América 2001: La Casa del Campeón
En el año 2001, Colombia fue sede de la Copa América, y el Pascual Guerrero tuvo el privilegio de albergar varios partidos del torneo más importante del continente. Este estadio fue testigo de la histórica campaña en la que la Selección Colombia se coronó campeona por primera vez en su historia, en un torneo donde no recibió ni un solo gol en contra.
Si bien la final se jugó en Bogotá, el Pascual fue una pieza clave en ese torneo, vibrando con cada partido y recibiendo a selecciones como Chile y Venezuela. Fue una fiesta del fútbol que demostró que Cali es una ciudad que respira deporte y pasión.
Mundial Sub-20 de la FIFA 2011: La Cuna del Fútbol Joven
El 2011 trajo consigo otra gran cita internacional: el Mundial Sub-20 de la FIFA, un torneo en el que las futuras estrellas del fútbol mundial mostraron su talento. Cali fue una de las ciudades anfitrionas, y el Pascual Guerrero recibió partidos memorables, con jóvenes promesas que hoy son figuras internacionales.
Ese torneo dejó claro que el Pascual es un estadio listo para eventos de talla mundial, con una afición que siempre responde y un ambiente único que solo la Sucursal del Cielo puede ofrecer.
Más Allá del Fútbol: Atletismo, Conciertos y Cultura
Pero el Pascual Guerrero no vive solo de fútbol. También ha sido el escenario de competencias de atletismo de alto nivel, como los Juegos Panamericanos de 1971, y ha recibido a artistas internacionales en conciertos que han hecho vibrar a toda Cali.
Desde Juanes hasta Marc Anthony, pasando por eventos culturales como el Festival Mundial de Salsa, este estadio se ha convertido en un punto de encuentro donde la ciudad celebra sus pasiones, sean deportivas o artísticas.
Un Escenario que Sigue Haciendo Historia
El Pascual Guerrero ha sido testigo de lágrimas, alegrías, derrotas y triunfos. Ha visto pasar a generaciones enteras de hinchas, deportistas y artistas que han dejado su huella en su césped y sus gradas. Hoy, sigue siendo un ícono del deporte y la cultura en Cali, un templo donde cada partido, cada evento y cada concierto se convierte en historia pura.
Porque el Pascual no es solo un estadio. Es el latido de Cali.

El Pascual Guerrero en la Actualidad: Más que un Estadio, un Patrimonio de Cali
Hoy en día, el Estadio Olímpico Pascual Guerrero no es solo un recinto deportivo, es un símbolo de identidad caleña, un espacio donde la pasión por el fútbol, la cultura y la historia convergen en cada evento que alberga. A pesar de los cambios estructurales y de los años que han pasado desde su inauguración, el Pascual sigue siendo el epicentro del deporte vallecaucano y uno de los estadios más emblemáticos de Colombia.
La Casa del América de Cali y del Fútbol Vallecaucano
Si hay un equipo que ha hecho del Pascual su fortaleza, ese es el América de Cali. Con su hinchada fiel, "La Mechita" ha vivido aquí sus mayores alegrías y sus más dolorosas derrotas. Desde los títulos de la década de los 80 hasta el ascenso en 2016 tras cinco años en la B, este estadio ha sido el escenario de una historia de amor y sufrimiento entre el equipo y su gente.
Pero el Pascual no es solo rojo. También ha sido hogar del Deportivo Cali, que jugó en este estadio antes de mudarse al suyo propio, y actualmente es sede de Atlético Fútbol Club, un equipo que sigue forjando su camino en el fútbol colombiano.
Infraestructura y Modernización: ¿Qué Tiene Hoy el Pascual?
Después de múltiples remodelaciones, el Pascual Guerrero es hoy un estadio de categoría internacional, con instalaciones de primer nivel:
Capacidad para aproximadamente 35,000 espectadores, con zonas VIP y palcos modernos.
Iluminación de última tecnología, que cumple con estándares FIFA.
Pantalla gigante y sistema de sonido actualizado, para una experiencia envolvente.
Nueva pista de atletismo certificada, que permite la realización de eventos de alto nivel.
Mejoras en camerinos, accesos y zonas de prensa, optimizando la comodidad para jugadores y periodistas.
Estas renovaciones han permitido que el Pascual siga albergando torneos internacionales y sea un estadio apto para grandes eventos deportivos y culturales.
No Solo Fútbol: El Pascual Como Centro de Eventos
El Pascual Guerrero ha demostrado ser un estadio multifuncional. Además de ser sede de la liga colombiana y de torneos internacionales, también ha acogido:
Conciertos de talla mundial, con artistas como Shakira, Marc Anthony y Daddy Yankee.
Eventos culturales, como el Festival Mundial de Salsa, uno de los más importantes de la ciudad.
Competiciones atléticas, como los Juegos Panamericanos y los Juegos Nacionales.
Esto demuestra que el Pascual es más que un estadio de fútbol: es un punto de encuentro para los caleños, un espacio donde la ciudad celebra su cultura, su deporte y su identidad.
El Futuro del Pascual Guerrero
El estadio sigue siendo un pilar del deporte en Cali, pero el debate sobre su futuro está abierto. Algunos proponen nuevas remodelaciones para seguir modernizándolo, otros sueñan con un estadio completamente nuevo para el América de Cali. Lo cierto es que el Pascual, con su historia, su magia y su conexión con la ciudad, seguirá siendo el templo del fútbol vallecaucano por muchos años más.
Porque el Pascual Guerrero no es solo un estadio. Es parte del alma de Cali.
Conclusión: Un Ícono que Trasciende Generaciones
El Estadio Olímpico Pascual Guerrero no es solo una cancha de fútbol con gradas alrededor. Es un símbolo, un templo, un lugar donde la historia se ha escrito con goles, lágrimas, abrazos y gritos de euforia. Desde su inauguración en 1937 hasta hoy, ha sido testigo del crecimiento de Cali como ciudad deportiva, de los triunfos y fracasos del América, de eventos internacionales y de la pasión inquebrantable de los hinchas vallecaucanos.
Cada remodelación, cada transformación y cada evento que ha pasado por el Pascual han reforzado su identidad como uno de los estadios más emblemáticos de Colombia. Su césped ha sido pisado por leyendas, sus tribunas han retumbado con cánticos inolvidables y su historia sigue sumando capítulos con cada partido, cada final y cada celebración.
A pesar de los años, el Pascual Guerrero sigue siendo el latido de Cali, el refugio de miles de almas que encuentran en sus gradas un motivo para soñar, sufrir y celebrar. Su futuro puede estar sujeto a cambios, pero su legado es intocable.
Porque el Pascual no es solo un estadio… es el corazón del fútbol vallecaucano y el orgullo de una ciudad que vive y respira deporte.
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